Érase una vez una chica y sus padres , iban por la calle , a oscuras , solo con la luz de las farolas. Iban de camino a casa y la chica ve que se perfila una siniestra sombra detrás suyo y se asustó.
Cuando entraron en casa se oyó el teléfono y los amigos de los padres les invitaron a una fiesta sin niños. Luego la madre lleva a acomodar a la hija a su cama y le dice:
-Sigue las instrucciones que te voy a decir.
-Si te has de levantar para alguna cosa pon la mano debajo de la cama, si el perro te lame es que no hay peligro, si no te lame es que hay peligro, si hay peligro no te levantes de la cama no tardaremos en llegar.
Loa padres se fueron a la fiesta y la chica tenía miedo. Se tuvo que ir al lavabo así que puso la mano debajo la cama y noto algo que le lamió la mano se levantó y se fue al lavabo. Solamente encender la luz en el espejo vio con sangre que ponía:
- ¡TE MATARÉ!
- La niña preocupada miró en la bañera y vio al perro muerto y se preguntó:
- Si el perro no me ha podido lamer la mano, quien habrá sido?
Volvió a mirar en el espejo y vio un hombre vestido de negro con un cuchillo en la mano, luego ve que poco a poco se va acercando y la mata, de pronto se despierta, era una pesadilla! Metió la mano debajo y el perro vino corriendo hacia ella. De pronto vinieron los padres, la niña con mucha ilusión de que la pesadilla no fuera real y luego como no abrazó al perro. Su pesadilla solo su muerte y la del perro era real, pero cuando sus padres se fueron a la fiesta era real.
Paula Águila García